Rocío Cano

Las obras que presentamos en esta exposición virtual ponen ante nosotros unos paisajes que consiguen que todo se paralice, que el tiempo, las prisas, el ruído del tráfico,... todo deje de estar y nos encontremos a solas frente a la obra, como si fuéramos el único ser en el mundo que está allí en esos momentos.

Rocío Cano

Nació en Jerez de la Frontera (Cádiz) en 1979.

Tras estudiar Bellas Artes en Sevilla y residir en la Fundación Antonio Gala en Córdoba, se dedicó por completo a pintar. Ha enriquecido su carrera con numerosos cursos y talleres como los impartidos en el Centro Andaluz de Arte contemporáneo de Sevilla por Juan Lacomba, o los de Realismo y Figuración impartidos por Antonio López en el Museo Casa Ibáñez (Almería).

Ha recibido diversos premios en certámenes de pintura, siendo el más reciente el del Certamen de Paisaje del museo de Alcalá de Guadaira.

Ha participado en numerosas exposiciones colectivas e individuales en Cádiz, Sevilla,
Madrid, Londres, Bruselas…

Autor Rocío Cano

Sobre mi trabajo

Mi pintura se basa en gran medida en la búsqueda de sensaciones y en la mezcla de ellas con la materia plástica.

En ocasiones el retrato o el bodegón son los protagonistas de mis obras, pero es el paisaje el que aparece en gran parte de mis creaciones. La observación de la naturaleza, y el entorno más cercano se convierten así en los motivos principales a través de los que describo, compongo y creo.

Sobre mi trabajo (continuación)

Una vez recogida la información mediante dibujos, apuntes y fotografías, es en la soledad del estudio y en la búsqueda del natural donde desarrollo mi trabajo. El apasionamiento por el proceso creativo reflejado en cuadernos de apuntes y bocetos, es el punto de partida para argumentar obras de mayor formato y diferentes técnicas pictóricas con los que intento desarrollar un lenguaje figurativo propio basado en la emoción plástica.

Para esta ocasión, he seleccionado una serie de obras que describen lugares elegidos y posteriormente relatados a través de la síntesis, la luz y el color.

Fuerza y calma: la pintura serena de Rocío Cano

Escribir un texto para una exposición virtual de una artista como Rocío Cano, que en alguna entrevista se ha mostrado reacia a este mundo digital por entender -opinión que comparto con ella- que la obra de arte hay que verla y disfrutarla en "su hábitat natural", es decir, en una sala de exposiciones, y que lo digital tan solo puede ayudar acercando el trabajo y dándolo a conocer, se me plantea casi como un reto personal. Yo, como Rocío, también soy consciente de las limitaciones de la pantalla de píxeles para disfrutar y valorar una obra de arte, pero con estas exposiciones virtuales aspiramos a dar visibilidad al trabajo de una parte del panorama artístico de la provincia, esperando que sea un primer paso que alguien dará y que, habiendo disfrutado de lo que se muestra en esta página, buscará la próxima exposición de la artista y podrá contemplarla entonces en su máxima plenitud.

Dicho esto, creo que la obra de Rocío Cano es tan maravillosa en sí misma que va a conseguir traspasar la frontera de la pantalla y va a provocar en quienes nos visiten multitud de sensaciones. Si son las mismas que he experimentado yo mismo viendo las imágenes que Rocío me mandó sobre su trabajo, podría hablar de calma, sosiego, tranquilidad, armonía, calidez,... y, sobre todo, de un deseo casi irrefrenable de adentrarme en los paisajes que veía y perderme en ellos. Las obras que presentamos en esta exposición virtual ponen ante nosotros unos paisajes que consiguen que todo se paralice, que el tiempo, las prisas, el ruído del tráfico,... deje de estar y nos encontremos a solas frente a la obra, como si fuéramos el único ser en el mundo que está allí en esos momentos. Y, una vez en esta situación, lo siento mucho, pero estamos perdidos: el paisaje salido de la mano de esta artista nos habrá atrapado y no nos dejará marchar. Contemplando algunas de las obras de Rocío Cano he tenido la sensación de oír los pájaros, el mar al fondo e, incluso, el sonido de la brisa.

Técnicamente, la pintura de Rocío Cano me parece exquisita. Me gustan los paisajes pintados como los pinta esta artista, con una pincelada suelta, fluida, que deja entrever la textura del soporte, la trama y la urdimbre del lienzo sobre el que, callada y pausadamente, ha ido depositando capas de óleo igualmente suelto. Si a esto unimos una composición bien estudiada, en la que sabiamente distribuye grandes espacios vacíos (zonas de arena, cielos nublados), con unos elementos casi geométricos, que son los que configuran y nos ayudan a reconocer el paisaje en sí, aún cuando esos mismos elementos en cierto modo sitúan la obra en la frontera entre la abstracción y la figuración, no podremos sino caer rendidos ante su obra.

Y no quiero extenderme mucho más. Si, como a Rocío Cano, lo digital le sirve únicamente para adivinar cuánto esconden estas obras que ahora compartimos, les invito a no desaprovechar la ocasión de disfrutar de su trabajo, en un entorno físico, real, con buenas condiciones de iluminación, y ríndanse definitivamente a la fuerza y la calma que, a un tiempo y en un mismo soporte, aúna el trabajo de Rocío Cano.   

Paco Mármol
Comisario

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