Recomendaciones: El crepúsculo de Prometeo, de François Flahault, por Rafael Morales

Recomendaciones: El crepúsculo de Prometeo, de François Flahault, por Rafael Morales

Rafa Morales

Rafael Morales

Sevilla, 1964

Doctor en Filología Hispánica (Ciencias del Espectáculo) por la Universidad de Sevilla.

A partir de los 90, al formar parte de la red de agentes culturales de la Diputación Provincial de Huelva, se incorporó al movimiento asociativo en gestión cultural, llegando a ser cofundador de las siguientes organizaciones: Asociación de Gestores Culturales de Andalucía (GECA) en 1998, Federación Estatal de Asociaciones de Gestores Culturales (FEAGC) en 1999, Asociación Ibérica de Gestores Culturales (AIGC) en 2008, Red Latinoamericana de Gestión Cultural (RedLGC) en 2010. Ha sido presidente de GECA, FEAGC y AIGC entre 2007 y 2011. En 2009, con el apoyo del Ministerio de Cultura y del INAEM, de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y de la Diputación Provincial de Almería, dirigió como Presidente de GECA la organización del I Congreso Internacional de la Gestión Cultural. En 2011, con apoyo del Ministerio de Cultura, dirigió como Presidente de FEAGC la I Conferencia Estatal de la Cultura.

Desde 2010 ha sido docente y conferenciante en masters y congresos de gestión cultural en Universidades españolas y latinoamericanas, siendo autor de varios ensayos compartidos sobre gestión cultural y políticas culturales. Forma parte del Grupo de Investigación de Teoría y Tecnología de la Comunicación de la Universidad de Sevilla (GITTCUS), bajo la dirección del Catédrático de Literatura y Comunicación D. Manuel Ángel Vázquez Medel, y es miembro de la Asociación Andaluza de Semiótica.

Ha sido gestor cultural del Instituto de las Artes y la Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, y asesor del primer Grado de Gestión Cultural de la Universidad de Huelva, así como de la primera Licenciatura de Gestión Cultural organizada conjuntamente por la Universidad de Guadalajara (México), Universidad de Avellaneda (Argentina) y Universidad de Santiago de Chile.

Actualmente es Presidente de la Asociación de Gestores Culturales de Andalucía (GECA) y trabaja en el Ayuntamiento de Cortegana (Huelva).

Si Prometeo levantara la cabeza, ¿nos crearía de nuevo y nos entregaría el fuego? La mitología dice que este titán fabricó y amó a la humanidad. Los dioses le castigaron: Prometeo fue  encadenado y un águila le devoraba las tripas, éstas volvían a salir y el ave se las volvía a devorar, una y otra vez y para siempre. Quizá fuera también una tortura para el verdugo.

François Flahault es director de investigación del Centre National de la Recherche Scientifique y con El crepúsculo de Prometeo hace una crítica a la desmesura humana, es decir, a su capacidad para ir a un más allá de lo (im)posible sin reparar en gastos económicos, simbólicos, humanos, planetarios.

El libro traza en su índice el periplo a través del cual va a darnos a conocer la geografía de una desmesura, de una capacidad que es una incapacidad, de un heroísmo que es la rampa de una no descartable autodestrucción, de una voluntad de poder que haya un sentido vital y estimulante más en la aventura y el reto que en la justicia y el bien común.

La obra de Julio Verne es epítome literario y filosófico de este fenómeno de ultraliberación y autorrealización de un yo implacable que avanza conquista tras conquista, y que, actualmente, se proyecta en una modernidad sometida al ultraliberalismo económico, político y social. Nemo (“nadie” en latín, o todos, o cualquiera) y su Nautilus se sacuden del mar todo aquello que molesta a su gran objetivo, su gran misión, su gran destino, sin importar valores “secundarios”: vidas humanas. ¿Qué es el número, cualquier número, ante el infinito?


El libro traza en su índice el periplo a través del cual va a darnos a conocer la geografía de una desmesura, de una capacidad que es una incapacidad, de un heroísmo que es la rampa de una no descartable autodestrucción, de una voluntad de poder que haya un sentido vital y estimulante más en la aventura y el reto que en la justicia y el bien común.


 

“La función fundamental (y muy delicada) de una sociedad y de una cultura –dice Flahault– es alimentar la sensación de existir de todas las personas, y hacerlo de tal manera que se preserve la coexistencia”. Por ello, el autor nos propone: por un lado, escapar de las perturbadoras tentaciones que pone a la humanidad el espíritu prometeico materializado hoy en el neoliberalismo que agota nuestros ecosistemas (mentales, socioeconómicos y ecológicos); y, por otro, desarrollar una individualidad no absoluta sino relativa, una libertad no incondicional sino co-inspiradora, una voluntad de poder no supremacista sino valedora del “bien común vivido”, y que, culturalmente, se expresa como una existencia de transgeneracionalidad, intercambio de saberes, trans-individualidad.

Cantaba Rubén Darío A un poeta: “Nada más triste que un titán que llora,/hombre montaña encadenado a un lirio…”. Rehacemos la pregunta inicial: si Prometeo levantara la cabeza, ¿lloraría por los frutos de su obra? Flahault nos interpela a que reconstruyamos el proyecto humanista de la modernidad sobre la base del bien común vivido y la aceptación de una diversidad y precariedad del existir que, si bien nos hace vulnerables, también nos hace ser quien somos: (parafraseando a Nietzsche) humanos, demasiado humanos.

 

 

El crepúsculo de Prometeo

François Flahault
El crepúsculo de Prometeo
Galaxia Gutenberg
2013